La orilla de tocarte

Paisaje con la caída de Ícaro (1554-55), Pieter Brueghel el Viejo

Ícaro se acercó demasiado a la verdad, dejemos eso de lado. Yo quiero sembrar sobre los surcos que fabriquemos con otra bestia, sobre los tajos que hagamos sobre una Tierra que no sangra, sobre la cama que no se ocupa. No hay viento que se lleve lo que no hay.

2 comentarios:

Matías dijo...

por lejos esta es mi pintura favorita de las expuestas aca...

Ángel dijo...

Una de las cosas que más admiro es la inteligencia clara y transparente, la que no se regodea en la vacuidad y la vanidad. Esta pintura, por su inteligencia más que su belleza, hizo brotar en mi la carcajada en una calurosa mañana del mes de julio, ha ya muchos años en Bruselas. Desde entonce, es mi favorita

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