Sorpresa

Der Früling (1901), Ferdinand Hodler

Si no puedo tenerte, llevo mi alma a tu vecindario. Tu paisaje en mis manos, tu carne en mis ojos...

EDIT:
Si es cierto que todos queremos ver, ¿qué significan los ojos cerrados?
Esas manos, ¡esas manos! La tensión en el codo, el pliegue en la postura del cuello, como saltando directamente hacia un sueño...

0 comentarios:

Publicar un comentario