Naïf

...dedicado tarde, pero seguro a Ana,
que por su culpa volví a Dufy

Paysage avec maisons et betail, Raoul Dufy

Mezclé todos los colores (Oliverio cometía todos los incestos) para vestir la tela, la cuerda del equilibrista que, si se descuida, se parte el cuello. Quería olvidarlo todo, y entonces mis animales fueron volviéndose del tamaño de mi casa -¿o fue al revés?-, el cielo distinto a sí mismo y las nubes, las nubes tenían mi cara. Había decidido hacerme un regalo y recibirlo como si proviniera de otro.




Le violon rouge (1948), Raoul Dufy

Ahí estaba, era un violín. Sobre el rojo de la mesa dibujaba una hoja para escribir sus decursos. Quignard dice que la primer lectura musical es la de la cacería, en la que se siguen los rítmicos pasos del animal al que se pretende dar muerte, música como huella delatora de la fragilidad encarnada. Pero hay más, hay el sentimiento de una cuerda vibrando en consonancia con quien mueve el arco, hay la vida. En el mismo texto el autor se pregunta ¿Qué es Dios? y su respuesta, fulminante, es Que hayamos nacido.