Miro mi espalda y encuentro que estás ahí, cargada en mis hombros que miran al cielo, pero mirando al piso. Doy vueltas para besarte y es como un perro que se quiere morder la cola. Me acuesto, y para no aplastarte, me dejo aplastar por vos. ¿Estoy siguiendo un camino o no? Pregunto, para saber qué posibilidades hay de que si te suelto me persigas.
Patrones de existencia
Hace 7 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario