Interior in Paddington (1951), Lucian Freud
Ropa anticuada, lentes y un cigarrillo para asustarse ante una planta al entrar a un edificio que a nadie le dolería dejar. Mirá a través del reloj, sentí doce números manejándome como les gusta, esquivando el balcón. Y mi cara...

Lucian Freud
Mi cara termina con todos sus ojos puestos, verdes y sin manchas, atrás de una planta que me va borrando el cuerpo y, al parecer, el artista que pinta éstas cosas es uno de las personas que más cobra o mejor le pagan por lo que hace.