Interiores

Interior with a violin (1917-1918), Henri Matisse

La perspectiva realista que de la que se despide Matisse no es algo que se eche de menos. A mí me ofrece buscar mis propios puntos de fuga y todo eso. No importa.
En estos dos cuadros me centro en el detalle del violín y lo que se ve a través de la ventana. En el primer interior, hay un instrumento y un afuera que llama poquísimo la atención, frente al estuche abierto y sugerente -otro podría haber puesto una mujer desnuda, cuestión de sensibilidad por la abstracción musical o la carnalidad de la carne-. ¿Quién querría escapar de ese lugar, viendo que afuera no pareciera haber nada extraordinario? Pero pasa el tiempo y...





Interior with a violin case (1918-1919), Henry Matisse

Redecoró su interior -¿sólo del cuadro? ¿conoció el amor, el odio, la calma, desesperación, las telas?- con amarillos y rojos, el espejo es otro, y se llevó el violín al mar, tan tentador, al que entra pasando las cortinas -si yo tuviera que atravesar esa blancura colgada y anudada, diría que entro al mar y no a la habitación.
Ahora hace música para esos pájaros negros. A mí me gustaría cantarle a algún pájaro negro, pero me quedé en la obra anterior.

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